CLAVES PARA TRIUNFAR EN LA ERA DIGITAL

Marcar la diferencia y conseguir que un emprendimiento crezca no de- pende de la suerte, sino de un abordaje eficaz. Algunas de las prioridades son identificar las posibilidades reales de éxito, planear en detalle las etapas del proyecto e investigar a fondo el mercado en el que se busca incursionar. Para co- menzar un negocio es necesario planifi- car, invertir tiempo y dinero, y tomar correctas decisiones legales y financieras. Pero en una era de cambios signada por la irrupción estelar de la web como nueva forma de gestión, los consejos que hace 20 años podían parecer adecuados hoy resul- tan insuficientes. ¿Cuáles son los puntos que no pueden dejar pasar los nuevos emprendedores del mundo digital? La mayor parte de los emprendimien- tos que fracasan no lo hacen porque su idea no sea lo suficientemente buena, sino porque no planifican bien. El primer punto central para iniciar una empresa es desarrollar un plan de negocios claro. Allí deben considerarse variables clave como el mercado potencial al cual se orienta el proyecto, la competencia, estimaciones de ventas, alternativas de financiación y las distintas etapas para su lanzamiento. En el nuevo mundo de la economía digital hay tres factores esenciales que debemos tomar en cuenta para el éxito de un proyecto. El primero es la visibilidad online. Hoy es muy fácil caer en el error de pensar que contar con una página web es sinónimo de tener una empresa. Sin embargo, estar en la red no es lo mismo que ser visible. La presencia fuerte en internet es vital para encontrar potenciales clientes e inversores, pero, ante todo, ayuda a dar dimensión a nuestro proyecto. Una sólida estrategia online puede igualar las chances de un emprendimiento que está dando los primeros pasos con las de una compañía que lleva años en el mercado. Por el contrario, si se falla en este punto, difícilmente se logra triunfar aunque se tenga una excelente idea.
Lo segundo es que el modelo de gestión empresarial cambió. Ya no necesitamos establecer una gran estructura, contratar mucho personal, ni siquiera alquilar una oficina. La nueva empresa es flexible, dinámica, y se basa primordialmente en la captación de talento y la generación de demanda. Fenómenos impulsados por las nuevas tecnologías como el teletrabajo y la computación en la nube permiten reducir las inversiones de capital y adap- tar la dimensión de nuestros proyectos a los vaivenes del mercado. Por último, debemos entender que la economía es ante todo intercambio social, y esto es hoy más válido que nunca. La revolución digital hizo explotar los modelos de colaboración de la mano de conceptos como crowdsourcing y crowdfunding. La colaboración y la búsqueda de socios de negocios y proyectos complementarios que ayuden a impulsar nuestras iniciativas siempre fueron determinantes a la hora de emprender. De la mano de internet y de la socialización online, este proceso se acelera. Hoy es más fácil y también más necesario establecer una red de alianzas. Esto no sólo puede hacer surgir nuevas oportunidades para nuestro negocio sino que, en una era signada por la transparencia, es un factor vital para la imagen pública de nuestro negocio.
LA COLABORACIÓN Y LA BÚSQUEDA DE SOCIOS
DE NEGOCIOS Y PROYECTOS COMPLEMENTARIOS QUE AYUDEN
A IMPULSAR NUESTRAS INICIATIVAS SIEMPRE FUERON
DETERMINANTES A LA HORA DE EMPRENDER.